sábado, 14 de mayo de 2016

FOTOS DE LA VIRGEN PEREGRINA DE FÁTIMA VISITA LA CATEDRAL DE ROMA - SAN GIOVANNI IN LATERANO


 La Virgen Peregrina de Fátima visita la catedral de Roma 
en Basilica di San Giovanni in Laterano.















ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Madre mía: Desde que amanece el día, bendíceme; 
en lo rudo del trabajo, ayúdame; 
si vacilo en mis buenas decisiones, fortaléceme; 
en las tentaciones y peligros, defiéndeme; 
si desfallezco, sálvame y al cielo llévame.
Amén.

MAYO,MES DE MARÍA - DÍA 14 - VIRGEN PRUDENTÍSIMA


MAYO, MES DE MARÍA 
Décimo cuarto día: Explicación de las letanías




Virgo prudentissima

Virgen prudentísima. ¿Quién podrá concebir la sabia prudencia que María conservó en el momento en que el enviado del Padre eterno se presentó delante de ella? Cuando la llamó llena de gracia y bendita entre las mujeres, ella se turbó, y no comprendió como semejante elogio podía serle dirigido: a la vista del grado de elevación al que se le destinaba, se humilló delante de Dios y se creyó dichosa de merecer la calidad de esclava. Luego, recibiendo la confirmación del ángel, no dudó que todo lo que se le acababa de anunciar ocurriría; y lo creyó sin buscar comprenderlo. Ella no pidió un signo, no dudó como Zacarías. Ninguna objeción al Ángel, ninguna pregunta y ninguna curiosidad propia del alma débil. María no dijo más que las palabras absolutamente necesarias, unas para destacar el voto de virginidad que había hecho, las otras para destacar su obediencia a la voluntad del Señor. Tal fue la prudencia sublime de María que debemos admirar siempre, ya que es imposible alabarla tan dignamente como merece.

Ejemplo

El bienaventurado Simón Stock pedía a menudo a la Santísima Virgen que la enseñara una forma en que pudiera honrarla. Un día que estaba en oración delante de la imagen de la Santa Madre de Dios, se le apareció levando en sus manos un escapulario, que le dio, agregando que era el medio que ella deseaba que utilizara para servir a su gloria, y que lo mirara como un signo de salvación, de suerte que cualquiera que lo llevara santamente hasta la muerte, no caería en las penas del infierno. Los Soberanos Pontífices, que expidieron bulas y concedieron indulgencias a favor de esta devoción, incluso los reyes como San Luís, se apresuraron a entrar en la Asociación del Escapulario. Pero nada sirvió más para difundir esta santa devoción que los prodigios que el cielo operó a favor del Escapulario. Uno de los más señalados, fue el que ocurrió en el sitio de Montpellier. Un soldado que llevaba consigo esta prenda de devoción a María, recibió una herida de mosquete cuando se lanzaba al asalto; pero la bala, después de haber atravesado su uniforme, se detuvo frente al escapulario sin hacerle ningún mal. Luís XIII, que se encontraba en el sitio, fue testigo de este prodigio  de protección. En consecuencia, se apresuró a tomar este santo hábito cuyo efecto sorprendente acababa de ver.

Imitemos la prudencia de la Santísima Virgen, llevemos su escapulario, porque María nos protege contra e peligro, especialmente a la hora de la muerte.


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

QUÉ ACTITUDES DEBO DE TOMAR DE FRENTE A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA?


¿Qué actitudes debo de tomar de frente a la Santísima Virgen?
¡Oh, María, yo te quiero decir, hoy y siempre: tú eres mi victoria, tú eres mi paz, mi seguridad! 


Por: P Mariano de Blas | Fuente: Catholic.net 




¿Qué actitudes debo de tomar de frente María?

En primer lugar, gloriarme en Ella como me glorío en Cristo. Decía San Pablo que Cristo en la cruz es el culmen de todo: “Líbreme Dios de gloriarme si no es en la cruz de Jesucristo”.

También podemos decir de modo semejante ¿cuál es tu gloria más grande, oh, Niña Eterna? Tu imagen más maravillosa con tu hijo muerto en tus brazos aquel Viernes Santo, Santísimo. Yo también digo: "Líbreme Dios de gloriarme si no es en María Santísima, con su hijo muerto en los brazos, aquel Viernes Santo”.

Si quiero muchísimo a la Santísima Virgen, tengo que querer muchísimo a Jesús, a quien llevó en sus brazos de niño, al que tuvo muerto sobre sus rodillas, al que Ella ama más que a sí misma. Por eso, no hay peligro en amar mucho a la Santísima Virgen y que esto pueda ir en perjuicio del amor a Jesucristo. Todo lo contrario: Ella es un camino hacia Cristo, ella lo sabe, ella lo quiere, para ella es su máxima gloria: llevarnos a Cristo. Y, por eso, uno que se empeña en amar a María, acabará amando a Jesús, por necesidad.

Segundo, ser un niño. Si yo tuviera alma de niño me llevaría mil veces mejor con Cristo, con mi madre y con los hombres, y, aún, conmigo mismo. Cuanto más sencillo sea con la Santísima Virgen más nos vamos a entender. A veces le he preguntado, le he pedido que me dé un conocimiento y un amor muy grande hacia Jesús. La respuesta que me dio fue tan sencilla, que tardé mucho tiempo en saber que venía de Ella. Yo me esperaba una respuesta grandiosa, solemne. La respuesta fue ésta: "Sé como un niño y ten una fe viva y operante". Es decir, si te dicen que Él es Dios, créelo; si te dicen que murió crucificado por ti, créelo; si te dicen que está en la Eucaristía por amor a ti, acéptalo y créelo como un niño, con fe viva y operante.

Si la Santísima Virgen me dice que sea un niño con Jesús, ¿qué tengo que ser con Ella? Un niño eterno. En el orden espiritual soy como un niño, no soy más que eso. Por tanto, comportarme con María como un niño impotente, inexperto, pero confiado.

Tercero, amar y confiar. “¡Oh, Madre, somos otros niños Jesús que corren a tu encuentro, que quieren amarte como Él y ser amados por ti! ¡Oh, María, yo te quiero decir, hoy y siempre: tú eres mi victoria, tú eres mi paz, mi seguridad! “ Y esto lo debe de decir cada sacerdote, cada cristiano, si de veras quiere a María como madre.

Resucitar es sentir la alegría del triunfo de Cristo en mi corazón. “Jesucristo, Tú eres mi victoria.” Pero, también sentir el triunfo de María Santísima en su Asunción. “ ¡Madre bendita, tú también eres mi victoria! Y así como me alegro del triunfo de Cristo resucitado, me alegro del triunfo tuyo, Madre mía, en tu Asunción al cielo. Es también mi triunfo, porque es el triunfo de mi madre. Cuando un hijo tuyo te toma en serio, todas las cosas se vuelven posibles.” Esas cosas que uno piensa a veces: ¿podré? ¿Me curaré, algún día, de esa enfermedad? ¿Podré superar esa tentación alguna vez? ¿Podré lograr esas metas apostólicas?

Esas cosas que uno considera imposibles, o muy difíciles, se hacen posibles cuando se toma en serio, en serio, a María Santísima. Por ejemplo, vencer todas las tentaciones, conquistar las metas difíciles y, sobre todo, llegar al cielo.

Quiero arriesgarme del todo con la mujer más maravillosa del mundo, la madre más tierna, la reina más poderosa: María. Es una gran diferencia tener una madre como tú, una gran diferencia. A veces se nos ve a los cristianos tristes, desorientados, desanimados, como niños huérfanos. ¿Dónde está tu madre? ¿Quién es? ¿Cómo se llama? Cuando estoy enojado, desanimado o impaciente, al mirar tu rostro, al contemplar tus ojos, al mirar tu sonrisa, se me va el enojo, el desaliento y la impaciencia, Madre.

Y cuanto más incapaz me sienta por falta de cualidades, de tiempo y experiencia, más me debo lanzar. Eso es fe y confianza y amor. Lo otro es la vanidad de siempre, el mirarme a mí, y a mi barca y a mis redes, y no a Cristo Omnipotente y a María, omnipotencia suplicante. La diferencia de Pedro. Primero dijo: "Toda la noche he tirado mis redes y no he sacado ni un pez". Lo segundo: "En tu nombre echaré las redes". Las redes llenas de peces: ésa es la diferencia. Y no crean que Jesús se enoja porque uno tira las redes, también, en nombre de María Santísima. Jesús sonreirá de gusto, de emoción, al ver que no sólo confiamos en Él y tiramos las redes en su nombre, sino que también confiamos en María, su madre y la nuestra, y en su nombre, en el nombre de Ella, echamos también nuestras redes. En nombre de María también se llenarán nuestras redes de peces. No te quiero perder, madre mía. El día que te pierda, estaré perdido. Ese día sí estaré perdido.

Y cuando se juntan muchos contratiempos -que eso nos suele suceder en nuestra vida- podemos recordarnos a nosotros mismos, o recordar a otros, quién es la causa de nuestra alegría. Si realmente creemos en esto que decimos diariamente en las letanías del rosario, debería siempre asomarse a nuestro rostro una sonrisa eterna, una paz permanente, una fortaleza continua, aún en medio del dolor y del sufrimiento. ¡Oh, María, tú eres mi salvación! ¡Contigo sí me atrevo! ¡Contigo sí puedo! ¡Contigo voy al fin del mundo! Esto lo tenemos que decir, lo tenemos que gritar, a todos aquellos enemigos que nos desafían: llámese mundo, llámese demonio, llámese la carne; que nos desafían a que no llegaremos a santos, y no llegaremos a realizar grandes cosas en el apostolado. Hay que profundizar la confianza en Ella hasta sentir en las venas, en el cuerpo, en el alma toda, una seguridad y un valor absolutos. Yo sé que una Mujer me llevará al cielo, me obtendrá la gracia de la santidad, el valor de los mártires, el celo de los apóstoles.

Como San Pablo, yo también, y tú, podemos decir: "todo lo puedo en Cristo, que me conforta". Pero también podemos y debemos decir: "todo lo puedo en María, que me fortalece". Si tengo a María Santísima, si tengo a Cristo, y creo que me aman muchísimo y lo pueden todo, no debo temer, andar asustado, inquieto, derrumbado: jamás.

Se ha hablado de que el sacerdote ha perdido su identidad. Su identidad es ser otro Cristo en la tierra. ¿Ustedes creen que a María Santísima se le puede olvidar el rostro de su Hijo? ¿Ustedes creen que María Santísima ha perdido, o desconoce, la identidad del sacerdote, cuando ve en él la imagen, el rostro, de su propio hijo? ¿Quién nos ha dicho que el sacerdote ha perdido su identidad? Si la lleva impresa en su alma a fuego.

¿Se puede o no se puede con María? ¿Se puede o no se puede en la Iglesia resolver los grandes problemas, las grandes reformas? ¿Se puede o no se puede con María? Se pudo al inicio, porque Ella puso a rezar a la Iglesia. Ella obtuvo la venida del Espíritu Santo que transformó a aquellos hombres de cobardes en valientes, de tímidos en leones, de hombres incapaces -humanamente hablando- en apóstoles que lograron realmente la conversión de aquel mundo pagano. Hoy, la Iglesia también puede si toma en serio a María Santísima. Ella es, por providencia de Dios, la que volverá a pisar, a aplastar, la cabeza de Satanás que se ha metido dentro de la misma Iglesia.

Por eso, si hoy queremos triunfar, individualmente como cristianos, como sacerdotes, y conjuntamente como Iglesia, tenemos que tomar muy en serio en nuestra vida, en nuestra oración, en nuestro apostolado, a quien aplastó la cabeza de la serpiente: a María Santísima.

DIÓCESIS DE ESTADOS UNIDOS INVESTIGARÁ IMAGEN DE LA VIRGEN MARÍA QUE LLORA


Diócesis de Estados Unidos investigará imagen de Virgen María que llora
Por Mary Rezac


 (ACI).- La Diócesis de Fresno (Estados Unidos), informó que investigará una imagen de la Virgen de Guadalupe que, según sus propietarios y otras personas, “llora” desde hace un año y medio.

La familia dueña de la imagen afirma que el fenómeno de las lágrimas comenzó hace alrededor de un año y medio.

Según las personas que afirman haber testificado el hecho, las lágrimas brotan del ojo derecho y caen por el rostro. María Cárdenas, dueña de la estatua, colocó un vaso debajo de la barbilla de la Virgen para recoger las lágrimas aparentemente milagrosas y compartirlas con las personas que vienen a verla.

Cárdenas recibió la imagen hace 10 años como regalo del Día de la Madre, según dijo a ABC30 Action News. Sin embargo, la estatua no comenzó a llorar hasta el asesinato de su primo.

Aunque sin informar públicamente dónde viven, la familia suele invitar a muchas personas a su casa para que vean con sus propios ojos la estatua que llora.

https://twitter.com/JoeYbarraTV/status/729813711989309441

"No la estamos ocultando, pero al mismo tiempo, no queremos que le pase nada", dijo al mismo medio uno de los cuidadores de la imagen, que optó por permanecer en el anonimato.

El equipo del noticiero se quedó para ver el fenómeno y afirmaron que las lágrimas eran aceitosas, olían a rosas y brotaban de forma continua.

El cuidador también indicó que varios sacerdotes han llegado a observar la estatua y señalan que parece milagrosa.

Frente a esto, el Obispo de Fresno, Mons. Armando Ochoa, afirmó que "recién fue informado" de este hecho aparentemente milagroso.

"Se desconoce a quienes de los sacerdotes se referían en la nota televisiva sobre este tema, ya que en la Diócesis hasta la fecha ningún miembro del clero ha traído informe alguno sobre el asunto a la oficina del Obispo", sostuvo Mons. Ochoa en un comunicado.

El Obispo también agregó que la Diócesis se contactará en privado con la familia con el fin de ofrecer una guía pastoral sobre el fenómeno.

El reconocimiento más alto que la Iglesia Católica da a un presunto milagro es que sea "digno de fe". Las investigaciones sobre hechos milagrosos reportados (en el caso de estatuas que lloran, por lo general incluyen pruebas de ADN de las lágrimas, entre otros análisis) pueden dar lugar al rechazo si se determina que es fraudulento o no tiene un carácter sobrenatural.

Por otra parte, la Iglesia puede declarar que no existe nada contrario a la fe en un supuesto fenómeno milagroso, pero sin determinar la existencia o no de un carácter sobrenatural.

"La Iglesia Católica es muy cautelosa con estos asuntos y emplea la ciencia en lo posible para detectar engaños y otras explicaciones no sobrenaturales", dijo Michael O'Neill, conocido como el "cazador de milagros" dedicado a investigar ampliamente milagros católicos.

"Las lágrimas se recogen y analizan para ver si son humanas (en algunos casos falsos se han encontrado grasa de cerdo) y a las estatuas se les puede tomar una radiografía para descartar cualquier mecanismo interno utilizado para imitar de manera fraudulenta el flujo de lágrimas", dijo O'Neill a ACI Prensa.

"Algunos íconos que lloran han demostrado tener causas naturales, condensación o fugas de conductos en la pared que hay detrás de ellos. En muy raras ocasiones estas lacrimaciones (lágrimas) no tienen explicación y son dignas de fe y reconocidas como milagrosas".

A lo largo de la historia se registran muchas afirmaciones sobre estatuas o íconos de María y otros santos que lloran, pero unos pocos se han considerado dignos de fe por la Iglesia.

Uno de los ejemplos más conocidos y recientes ocurrió en Siracusa, Italia, en 1953. Una italiana, Antonina Janusso, fue curada de sus dolores al presenciar una placa de la Virgen que lloraba en la casa de los padres de su esposo Angelo.

Las lágrimas eran supuestamente la fuente de muchos milagros en toda Italia. En un mensaje de radio, el Venerable Papa Pío XII aprobó en 1954 el llanto milagroso después de que las lágrimas fueran consideradas humanas por cuatro científicos diferentes.

Otro caso más controvertido ocurrió en la década de 1970 y principios de 1980 en Akita, Japón, donde la Hna. Agnes Sasagawa de las Siervas de la Eucaristía afirmó haber recibido 101 mensajes que emanaban de una estatua de madera de María que lloraba y sangraba.

Las pruebas realizadas tanto por expertos cristianos y no cristianos, arrojaron que la sangre era de tipo B y el sudor y lágrimas de tipo AB. La afirmación de la religiosa, que incluían los mensajes, se rechazaron inicialmente por parte de su Arzobispo, pero luego aceptadas por el Obispo local de Niigata, Mons. John Shojiro Ito, quien el 22 de abril de 1984, después de años de extensa investigación, declaró el origen sobrenatural de las lágrimas y autorizó la veneración de la Santa Madre de Akita. No existe un pronunciamiento oficial del Vaticano sobre este asunto.

O'Neill explicó también que a diferencia de las apariciones marianas, donde la Virgen se muestra a un miembro de los fieles con un mensaje, las imágenes que lloran requieren que los fieles busquen sus propias interpretaciones del milagro.

"Las estatuas que lloran por lo general causan un gran revuelo e inspiran a las personas a reflexionar sobre el significado de este fenómeno", agregó.

Mientras se espera el resultado de las investigaciones oficiales del Vaticano, O'Neill señaló que los fieles pueden rezar y reflexionar sobre las lágrimas como un símbolo de sufrimiento.

"Como en todos los milagros, el propósito es sin duda atraer a las personas más cerca de Cristo. Al considerar la imagen de las lágrimas de la Madre Dolorosa, es sensato reflexionar sobre el sufrimiento y la muerte de Jesucristo, así como en nuestros propios pecados. Estos prodigios pueden fomentar la introspección en todos nosotros y nos pueden llevar hacia una conversión de corazón".

Traducido y adaptado por Bárbara Bustamante.

FELIZ FIN DE SEMANA!!


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